Actualmente, la mayoría de los trabajos se realizan sentados, lo que es un factor que propaga el sedentarismo y la inactividad física, acarreando como consecuencias:
- La pérdida de masa muscular.
- Subir de peso.
- Predisposición a sufrir enfermedades.
Para evitar daños en nuestra salud, vale la pena proponernos estar en movimiento o ejercitarnos en nuestro lugar de trabajo. Por ello, te mostramos los principales e importantes beneficios de ejercitarse durante el trabajo:
- Aumenta el bienestar, mejora la salud y motiva a los trabajadores. El deporte aporta notablemente mejoras físicas y psíquicas a quien lo ejerce. Un trabajador que dedica tiempo a ejercitarse está más contento, motivado y aumenta su productividad.
- Reduce el estrés, mejora la memoria y la concentración. El ejercicio es un relajante natural, ya que disminuye las tensiones y los niveles de estrés que se pueden presentar durante la jornada laboral.
- Mejora nuestra salud laboral. Al estar en constante movimiento, segregamos endorfinas, las cuales nos hacen sentirnos contentos, de esta manera tendremos una buena comunicación con compañeros y jefes.
- El ejercicio hace trabajadores más contentos y capaces. Al tener actividad física ayudará tanto con la alimentación y el sueño, lo que desencadena personas más despiertas y receptivas con una mayor capacidad de rendir adecuadamente en lo laboral.
De acuerdo con la información que arrojó la encuesta del Centro Nacional de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud, menos de la mitad de los adultos admiten que no realizan -al menos- media hora de ejercicio ni los cinco días recomendados. Ahora que sabemos que es importante ejercitarnos, ¿qué ejercicios se pueden realizar en la oficina y qué beneficios tienen? Aquí los enlistamos:
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Usa las escaleras. Subir y bajar escaleras es un ejercicio aeróbico muy eficaz, ya que trabajas los músculos de las piernas, quemas grasa de la parte inferior del cuerpo, además tu frecuencia cardiaca y capacidad pulmonar mejorarán notablemente.
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Realiza estiramientos. Estirarse previene posibles lesiones a la hora de hacer ejercicio en la oficina; debes estirar tu espalda, cuello y lumbar, por lo que desarrollarás una mayor flexibilidad. Lo ideal es realizarlos de manera suave cada dos o tres horas. Las personas que se estiran rutinariamente son más fuertes que las que no lo hacen. ¡A estirarse!
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Ponte de puntas. Este ejercicio lo puedes realizar sentado o de pie. Para ejercitar tus pies y piernas, debes mover, subir y bajar rápidamente de la punta de los pies y detenerte durante unos dos minutos, con esto ayudarás a tu cuerpo a tener una mejor circulación y quemarás calorías.
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Quítale tensión a tus hombros. Los hombros es una de las partes del cuerpo donde se siente más tensión al estar sentados trabajando, por ello, te recomendamos subir los hombros lo más que puedas, mantener esa posición por un minuto y luego relajarlos. Repite este ejercicio cada vez que puedas y liberarás a tus hombros de la pesadez.
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Estira las piernas. Ya sea que camines por cinco minutos o bien, las puedes estirar desde tu escritorio: levanta y deja la pierna al aire, alterna cada pierna de manera simultánea, con éste ejercicio estarás trabajando los cuádriceps, mejorarás la circulación y evitarás las piernas cansadas.
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No te olvides de las manos. Rota tus muñecas periódicamente, abre y cierra las manos; después de la jornada laboral, tus manos y dedos no estarán tan tensos.
Realizar ejercicios en la oficina es una práctica donde todos ganan: aumentará la productividad y las relaciones personales.
En Biz-it queremos que nuestra comunidad goce de una buena salud, por ello, te invitamos a seguir estos consejos. Evita a toda costa las enfermedades para tener un futuro sano en todos los aspectos.
Escrito por Alexandra Soto