La economía mexicana siempre ha sido motivo de preocupación al no ser tan estable, tener deudas, alza de precios, desempleo, salarios precarios, entre otras cosas. A esto le sumamos que, desde 2020 al desatarse la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19 de nuevo todo se tambaleó y hasta hoy, en 2023, es que se pueden respirar aires de esperanza pues la economía parece ir en crecimiento.

Un factor importante para que esto sucediera es el incremento al salario. Esto se viene haciendo desde el 2018 y se ha aumentado un 91.5% hasta la fecha, cuando no se veía un aumento así desde los años 70s, donde se tenía la idea de que no era necesario pagarles más a los trabajadores por ser ineficientes. La realidad es que no eran malos en su trabajo, pero es casi imposible pretender una eficiencia al 100% cuando el trabajador apenas tiene para subsistir.

Entonces, el aumento salarial que se ha presentado repercutió de manera satisfactoria en la productividad y con ello una evolución positiva del consumo interno, lo cual ha ayudado a recuperar el terreno que ya se había perdido respecto a la economía suscitada por la crisis pandémica.

Gildardo Cilia López, analista económico mexicano, ha puntualizado que existe un cambio en el diseño de la política mexicana ya que ahora se sustenta en la demanda interna. Esto contribuye al consumo con el 70% de recuperación y la inversión lo hace con el 18%, y es de gran importancia porque el motor de toda economía siempre será el mercado interno y su deterioro sólo termina en crecimientos mediocres.

Aún falta mucho camino por recorrer pero al menos este primer semestre del año las cosas parecen ir viento en popa. Esperemos que siga siendo así y se logre la estabilidad económica que tanto deseamos.

Escrito por Ivonne Navarrete