En la vida lamentablemente la violencia se presenta de muchas formas, y el ámbito laboral no queda exento de ello. Existen muchas maneras en las cuales podemos violentar a nuestros empleados y son prácticas que debemos erradicar de cajón para encontrar armonía y buen desempeño en la empresa. Un tipo de violencia común que se da en los trabajos es la violencia estética.
Pero ¿a qué nos referimos?, la violencia estética se presenta cuando somos señalados, hostigados, discriminados y humillados por la forma en la que lucimos, ya sea, la manera en que nos vestimos, nos maquillamos, nuestra complexión o incluso nuestro color de piel, raza o etnia. Ejercemos este tipo de violencia cuando obligamos al otro a encajar en nuestro canon de belleza, aún en contra de su voluntad y de sus posibilidades.
Quizás has escuchado que no le dieron el puesto a alguien porque era demasiado gordita o gordito, o que algún jefe o jefa obligue a sus empleadas a vestir de manera sugerente para poder laborar ahí, o que no te acepten en trabajo por tener tatuajes o tengas que esconderlos, todas estas son maneras de ejercer violencia estética y podríamos enumerar miles de casos más que la ilustren.
Las mujeres suelen sentirse más identificadas con la presión social para cumplir algún prototipo estético inclusive si eso atenta contra su salud, pues no solo se vive con el deseo y miedo por encajar, sino que en los trabajos también existe más sexismo, cosificación de la mujer, gordofobia y gerontofobia (que es ese miedo irracional a envejecer), este último tiene que ver con que a determinada edad para muchas empresas ya no eres apto para trabajar.
Y aunque las mujeres viven con más presión la violencia estética, también los hombres y cada vez más empiezan a padecerla. A muchos se les encasilla de que parecen “malandros” y no los contratan en algún puesto importante, el hecho de pertenecer a la comunidad LGBT+ y la apariencia que ellos decidan tener implica discriminación o represión en muchos casos.
El problema de la violencia estética es que tenemos normalizado y a veces inofensivo el señalar, criticar y burlarse de la apariencia física del otro, pero no es así, violencia es violencia en todos sus grados y realizar estas prácticas puede afectar seriamente a la persona señalada. Algunas cosas que puedes hacer para evitarla en tu empresa son:
· Promulgar el respeto: Sin importar quién sea y desde el puesto más pequeño hasta el más alto debe haber respeto entre las personas, pues todos cumplen con un papel fundamental en la empresa e independiente del puesto que desempeñen todos tienen el derecho de ser tratados con respeto.
· Vestimenta: Una cosa es que establezcas un código de vestimenta formal y otro que obligues a las personas a usar cierto tipo de vestimenta, piensa en aquello que hace sentir a gusto a tus empleados y busca un punto medio con la imagen que quieres para tu empresa.
· Apariencia física: Recuerda que la genialidad no depende si alguien es guapo o guapa o delgado o gordo, evita a toda costa hablar de los cuerpos de alguien más y señalarlos.
· Tatuajes, piercings, color de cabello: Estamos en pleno siglo 21 esto ya no debería escandalizarnos, no tengas pensamientos retrógrados, una persona con cabello azul o con tatuajes puede hacer lo mismo que una que no los tenga.
· Color de piel, raza, etnia: Está comprobado que las personas morenas o de piel obscura tienen menos posibilidades de tener puestos importantes en una empresa, eso solo es por discriminación, no seas parte del porcentaje, todos tenemos las mismas capacidades sin importar el color de piel.
· Cosificación: No cosifiques o sexualices a las mujeres, no pidas que usen minifaldas, escotes o que traten de forma cariñosa a jefes, socios o clientes.
Estas son solo algunas maneras con las que puedes evitar la violencia estética en el trabajo, y lograr una mejor armonía en tu entorno laboral.
Escrito por Ivonne Navarrete
