Es claro y evidente que la Inteligencia Artificial (IA) tendrá y está teniendo un impacto significativo en el mercado laboral. Se estima que, en los próximos años, esta nueva tecnología tenga un efecto económico de 4.1 billones de dólares, impactando a más del 44% de toda la mano de obra a nivel mundial, debido a el cambio de los costos de entrada, la automatización de las tareas y el cambio de las formas en la que las empresas obtienen, procesan y analizan la información.

Inevitable y comprensiblemente, esto puede estimular miedo ante los empleados, pues la preocupación de que sus trabajos cambien por completo o sean reemplazados por la IA es un punto válido. Sin embargo, ninguno de los opuestos es 100% cierto.

Está claro que la IA cambiará la forma en que trabajamos. Sin embargo, el cambio a menudo se opera a lo largo de un péndulo. Si miramos a la Inteligencia Artificial como un péndulo con habilidades técnicas por un lado y habilidades humanas por el otro, existe la oportunidad de equilibrar estas habilidades para gestionar el cambio con éxito.

Uno de los aspectos fundamentales del talento humano es la creatividad. La capacidad de pensar fuera de la caja, encontrar soluciones innovadoras y aplicar el pensamiento crítico es lo que distingue a los seres humanos.

La Inteligencia Artificial, si bien es capaz de procesar grandes cantidades de datos y reconocer patrones, carece de las capacidades creativas e imaginativas de los humanos.

La creatividad impulsa la invención, y es a través del ingenio humano que las ideas innovadoras y los avances han llegado a buen término.

Por otra parte, la inteligencia emocional es otra característica definitoria del talento humano. Comprender y empatizar con los demás, comunicarse de manera efectiva y construir relaciones significativas es un aspecto crucial de muchas profesiones.

La Inteligencia Artificial, con sus algoritmos y aprendizaje automático, puede simular emociones hasta cierto punto, pero carece de la profundidad y la intuición que los humanos aportan a las interacciones interpersonales.

La Inteligencia artificial como herramienta

Si bien la IA no puede reemplazar el talento humano, sin duda puede mejorarlo y aumentarlo. Estas nuevas tecnologías, sobresalen en la realización de tareas repetitivas y mundanas, liberando talento humano para centrarse en esfuerzos más complejos y creativos.

Por ejemplo, los sistemas de diagnóstico impulsados por la IA en la atención médica pueden analizar imágenes y datos médicos para identificar posibles enfermedades. Esto permite a los profesionales médicos hacer diagnósticos más precisos y proporcionar planes de tratamiento personalizados, mejorando en última instancia la atención al paciente.

En el ámbito del servicio al cliente, los chatbots impulsados por IA pueden manejar de manera eficiente las consultas rutinarias, lo que permite a los representantes humanos abordar problemas más complejos y matizados de los clientes.

Al automatizar las tareas repetitivas, las organizaciones pueden mejorar su eficiencia y productividad al tiempo que se benefician de la experiencia humana en el manejo de escenarios complejos.

¿Qué opinas de todo esto? ¿Habías reflexionado sobre esta nueva tecnología y su impacto? ¡Platícanos!