En México, como en otras partes del mundo, existe el acoso y violencia laboral. Según estadísticas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) alrededor de 25,205 personas renunciaron a su trabajo durante el primer trimestre del 2022 por motivos de acoso o discriminación. Desafortunadamente, esto no es una situación aislada; desde hace varios años, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hace uso del término mobbing como una de las principales causas por las cuales los trabajadores y las trabajadoras en México dejan su empleo.
¿Qué es el mobbing?
El mobbing, como término sociólogo, significa el acoso de un individuo por un grupo. Sin importar el contexto, puede ser entre grupo de compañeros, vecinos, compañeros de trabajo o una comunidad en línea.
De acuerdo con la Suprema Corte de Justicia, el mobbing se puede presentar en tres direcciones, dependiendo de quién sea la persona que está realizando el acoso u hostigamiento.
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Horizontal: se dice cuando el acoso es realizado entre compañeros de trabajo con un nivel similar en el organigrama organizacional.
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Vertical descendente: cuando el acoso es ejercido por una persona con un nivel jerárquico superior a la víctima.
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Vertical ascendente: de las tres, esta es la que ocurre con menor frecuencia y se trata del hostigamiento que realizan personas de una jerarquía más baja de la víctima.
Tipos de acoso u hostigamiento en el ambiente laboral:
El acoso u hostigamiento en el lugar de trabajo puede tomar muchas formas, y no siempre se ve igual. Conocer las diversas formas en el que puede manifestarse puede ayudar a identificarlo.
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Verbal: el acoso verbal puede ser una batalla continua de destrucción que amenaza su salud y su carrera. Consiste en comentarios degradantes, gestos ofensivos y críticas irrazonables. Puede implicar insultos, chistes no deseados y comentarios hirientes. A menudo, el acoso verbal puede ser difícil de reconocer y generalmente es una zona gris, al ser una forma no física de violencia.
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Psicológico: el acoso psicológico es similar al acoso verbal, sin embargo, es más encubierto y consiste en tácticas de exclusión, como la retención de información o el gaslighting. Estas acciones tienen la intención de descomponer mentalmente a la víctima al reducir su autoestima.
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Físico: el acoso físico en el ambiente laboral puede variar y escalar en diferentes grados. Estos pueden ser simples gestos no deseados hasta el contacto físico no deseado, amenazas de violencia y daños a la propiedad personal.
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Sexual: el acoso sexual es un delito grave y es más común de lo que crees. Según encuestas, al menos el 35% de las mujeres trabajadoras han sufrido acoso sexual. Es importante mencionar que este delito no es exclusivo. Cualquier persona puede ser un perpetrador o víctima de acoso sexual. El acoso sexual incluye como comentarios inapropiados, compartir imágenes íntimas no consensuadas, contacto físico inapropiado y no solicitado o exigir favores sexuales a cambio de seguridad laboral.
Es importante mantener los ojos abiertos y atentos ante cualquier señal de alarma. Si sufres violencia o discriminación laboral puedes acercarte a PROFEDET para presentar tu denuncia.