Siempre nos lo dicen: “Emprender no es algo fácil”, de hecho, se vuelve un poco más difícil en un país como México, en donde a pesar de que aproximadamente el 80% por ciento de su economía viene de los ingresos de los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas, las mejor conocidas como PyMES. Incluso hace unos años nos atiborraban de información sobre ellas, motivándonos al emprendimiento, como aquellos comerciales de Pepe y Toño.

Si no lo recuerdas, no pasa nada, este artículo es para ayudarte a ti como emprendedor a reconocer aquellas cosas que estás haciendo mal o las señales que te indican que tu negocio no está funcionando y con ello puedas salir adelante y no perder todo lo invertido. Tampoco te espantes si detectas más de dos red flags, aún estás a tiempo de reevaluar tu proyecto y poder hacerle todos los cambios necesarios para que sea más fructífero.

1. No tener control de los ingresos: Esta es la principal red flag, pues quiere decir que no llevas una buena administración de tu negocio. Quizás tienes buenos ingresos, pero no sabes ni cómo ni de dónde y este desconocimiento te lleva a perder el control y no saber en qué se gasta y cuál es tu utilidad real. No olvides que nada es para siempre y así como todo llega fácil todo se va. Ten una mejor administración y registra todos aquellos ingresos y pagos que realices.

2. Extrañar un ingreso fijo: Cuando empezamos a emprender debemos ser conscientes que nuestros ingresos muchas veces suelen ser muy pocos, incluso algunas pequeñas empresas no tienen ningún ingreso durante algunos meses. Y con ello puede que quieras renunciar y regresar a tu zona de confort, no te desanimes, debes plantearte si el giro de tu negocio te inspira y te apasiona para aguantar las malas rachas. Pronto pasará, solo es cuestión de mucho trabajo y perseverancia.

3. No ver ganancias: Es común los primeros 3 meses ver poca ganancia o nada, pero después de este tiempo es cuando debemos empezar a ver un cambio. Si ha pasado mucho tiempo y no ves ni un peso de entrada, algo anda mal, y es necesario que hables con tu contador, para saber qué pasa, quizás se deben reducir algunos gastos, aumentar la producción o subir los precios de algunos productos.

4. Conocer a fondo el proceso productivo: Muchas pequeñas empresas y negocios fracasan porque no se empapan al cien por ciento de sus procesos productivos. Es importante que no solo tengas la teoría de cómo se manejan las cosas, sino también la práctica. Recuerda que el conocimiento es poder y tú y nadie más es el que debe saber absolutamente todo sobre tu negocio.

5. Apoyarse entre familiares y amigos: Algunas veces por miedo al fracaso o incluso a que nos roben la idea, no le contamos a nadie sobre nuestro emprendimiento, sin embargo, para que este comience a crecer desde un principio es importante que te apoyes en tu familia y amigos. Esto con la finalidad de que conozcan tu producto y lo adquieran, y ellos mismos puedan recomendarlo con sus conocidos y crear una cadena de recomendaciones y tu negocio empiece a crecer.

Estas son las principales red flags que debemos tomar en cuenta si sentimos que nuestro emprendimiento no está despegando como queremos. Pero no te agobies, aún tienes oportunidad de mejorar y cambiar aspectos que no son lo bastante óptimos.